Compromisos de la Radiofísica en Sanidad

En proceso de realizar una radiografía hospitalaria

Desde que se creara la especialidad de Radiofísica Hospitalaria por el RD 220/1997 han pasado ya 23 años, pero aún puede decirse que es una especialidad joven. Lo es porque aún tiene que divulgarse, en mi opinión, su ámbito, reconocimiento y respeto que debe tener, sobre todo, en un mundo tan competitivo como es el campo sanitario. Sabemos que algunos, no muchos, ya conocen a qué se dedican nuestros profesionales radiofísicos, pero: ¿sabemos qué compromisos adquirimos con nuestra actividad profesional? ¿Estamos seguros que los conocemos? Para contestar a estas preguntas lo haremos razonablemente bien si lo hacemos mediante la introspección. En este acto podremos saber qué nos debería mover, estimular o, al menos, justificar nuestro progreso profesional.

Los radiofísicos hospitalarios, como científicos que son, han recibido una formación científico-técnica de desarrollo personal que, en ocasiones, por no decir casi siempre, se ha olvidado de formarlos en trabajar en equipo y cómo hacerlo.

Así pues, no sólo se trata de ser un buen “profesional”. Que alguien haga un buen trabajo no quiere decir que los demás estén en sintonía con las actividades que desarrolla. Al igual que en otras profesiones, es muy común pensar que las cosas funcionan siempre bien; por ejemplo, cuando nos montamos en un avión confiamos en la pericia y profesionalidad del piloto, pero raramente nos llegamos a parar a pensar, y menos detenidamente, en el mantenimiento y seguridad del avión. Es así que damos por hecho muchos aspectos que seguramente podrían ser muy importantes para nuestra seguridad, y que quizás lo hacemos porque los desconocemos, o sencillamente no los vemos.

Los radiofísicos hospitalarios están detrás de ese correcto funcionamiento de los equipos de diagnóstico y terapia con radiaciones ionizantes, por lo que al igual que esos ingenieros aeronáuticos, o esos controladores aéreos, nadie les reconocerá su trabajo salvo que algo, lógicamente, no fuese bien. En esos momentos seguro que se investigaría su responsabilidad.

Por ello, quizás es hora, tras haber transcurrido esos 23 años, de hacer una reflexión sobre qué compromisos se tiene que tener con los radiofísicos para realizar un mejor desarrollo profesional. Sólo de esa forma podríamos pasar al siguiente nivel de cualquier profesión, y ello lo conseguiremos si lo hacemos cuestionando algunos de estos 6 aspectos:

¿DESTINAMOS SUFICIENTES RECURSOS PARA UNA MEJORA CONTINUA DEL PROFESIONAL?

El primer paso para asegurar la calidad del trabajo del personal es disponer de profesionales idóneos para realizar los cometidos asignados, siendo esos profesionales adecuadamente formados los que permitirán un óptimo aprovechamiento de los recursos y de los objetivos planteados.

Sería lógico solicitar y asegurar su reposición cuando tengan bajas o vacaciones.

Sería necesario disponer de una formación adecuada, y esto es de la máxima importancia por su trascendencia a medio y largo plazo. Para ello se precisaría disponer de:

  • Formación en técnicas y tecnologías actualmente incorporadas.
  • Conseguir la excelencia en las actividades realizadas.
  • Actualización de los conocimientos en sistemas de control de nuevo equipamiento.

La formación se debería orientar hacia un doble objetivo, los de:

  • Atender las necesidades derivadas de la organización.
  • Satisfacer las expectativas profesionales y la normal ambición por progresar y mejorar.

Sin olvidar que todo ello se debe garantizar fomentando la igualdad de género como un principio transversal.

El autor desarrollando su trabajo, mostrando equipos y metodologías

¿CONTRIBUIMOS A LA MEJORA EN LA GESTIÓN?

Si consideramos que la eficacia es el principio rector de la organización y actuación administrativa, será especialmente importante en el ámbito de la función pública, y sobre todo por la naturaleza de los recursos que utiliza y la trascendencia de los cometidos que tiene encomendados.

Así pues, se deben apoyar los proyectos de nueva colaboración y gestión con otros servicios y unidades, tanto en la aplicación de nuevos tratamientos como en el trabajo de organización de las actividades, de manera que se mejore, avance y, al mismo tiempo, se reduzca la lista de espera.

Especialmente con el fin de disponer de una mayor calidad en la gestión, los radiofísicos contribuyen en la mejora continua del acceso a la información digital departamental. En este sentido, conviene resaltar la implicación que tienen en la incorporación a las nuevas tecnologías digitales para el desarrollo de la actividad asistencial, aplicaciones para los dispositivos móviles, acceso a la cartera de servicio, descarga de manuales en formato electrónico, etc. Trabajan en garantizar que los sistemas permitan instrumentar la aplicación de un modelo de gestión sin el soporte físico del papel.

¿LA INNOVACIÓN ES COSA DE RADIOFÍSICOS?

Las competencias de los radiofísicos del Servicio de Radiofísica Hospitalaria, en cualquier hospital, se realizan en un entorno cada vez más complejo donde el papel de la innovación tecnológica adquiere una creciente dimensión e importancia. Por ello, está ampliamente reconocido el enorme impacto que el desarrollo tecnológico tiene en los sistemas de diagnóstico y tratamiento médico, existiendo una clara correlación entre el grado de tecnificación de los servicios y su eficacia a la hora de realizar sus actividades encomendadas. 

Por esta razón, debe quedar claramente establecido como necesidad el impulso a la modernización del capital humano y de su organización, pues no daría todos sus frutos si no fuera acompañado de más innovación en el desarrollo de sus actividades.

Es precisamente en el sector de las tecnologías de la información donde se asegura que los radiofísicos seguirán colaborando para investigar y desarrollar nuevos programas de control y gestión. Así pues, sin duda, se requiere disponer de tecnología actualizada que permita medir, cuantificar, estimar y certificar cada vez más eficientemente, pues es lo que constituye el pilar fundamental de los servicios de radiofísica.

¿NOS INCUMBE SÓLO A NOSOTROS LA POLÍTICA DE CUMPLIMIENTO NORMATIVO EN EL CAMPO DE LAS RADIACIONES?

El Sistema de Salud, en esencia, tiene la necesidad de que sus complejos hospitalarios cumplan tanto con la normativa externa como con los procedimientos internos, y sabemos que esto no es opcional. Por ello, cualquier empresa que pretenda considerarse exitosa debe mostrar un alto grado de cumplimiento normativo. Sin embargo, en muchos casos este cumplimiento es ad hoc y no siempre sistemático.

No cabe duda que es deseable contar con las direcciones hospitalarias en la implicación del cumplimiento normativo, aún siendo su obligación, con un grado mayor.

Incluso subir un peldaño más y establecer sistemas de gestión de cumplimiento normativo asumiéndolos como certificados de garantía de la calidad asistencia (conocidos como gestión compliance).

¿LA RADIOFÍSICA TIENE TAMBIÉN QUE VER CON LA SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL Y EFICIENCIA ENERGÉTICA?

La respuesta tendría que ser siempre un “SÍ”, y en mayúsculas. Debe establecerse como principio activo de la gestión, donde las líneas principales de actuación y objetivo de gestión eficiente son:

  • La concienciación, formación, divulgación y cooperación.
  • El ahorro y eficiencia energética.
  • La protección del medio natural y del medioambiente.
  • La prevención de la contaminación.

Debe establecerse como herramienta fundamental para alcanzar estos objetivos la implementación de Sistemas de Gestión Ambiental conforme a la Norma UNE-EN ISO 14001:2015, para garantizar la evaluación del comportamiento ambiental de los centros hospitalarios.

¿QUÉ SABEN LOS RADIOFÍSICOS DE CULTURA DE LA SEGURIDAD?

Sabemos que el desarrollo de la cultura de la seguridad es uno de los objetivos prioritarios de los servicios de Radiofísica Hospitalaria, en coordinación con la Dirección Gerencia de los Hospitales, y en apoyo de lo establecido por el CSN (Consejo de Seguridad Nuclear) en el desarrollo de la protección de los trabajadores, de los pacientes y del público en general. Nos corresponde a los profesionales de este sector concienciar, prevenir y educar a los usuarios sobre las repercusiones de las radiaciones ionizantes en el cuerpo humano y la necesidad de disponer de elevados sistemas de seguridad.

En consecuencia y siguiendo estas actuaciones se han de seguir desarrollando los siguientes objetivos:

  • Mejorar la información que recibe los usuarios.
  • Promover el conocimiento de la seguridad entre los trabajadores, e impulsar la formación.
  • Desarrollar el interés por los temas relacionados con la seguridad.
  • Impulsar la difusión y puesta en valor de los medios dispuestos y su uso.

Y todo esto no termina aquí. Sólo es un paso más dentro de un camino para garantizar una profesión por muchos años. Y esos años, a buen seguro, estarán llenos de vigor, especialización y profesionalidad.

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