Intereses y objetivos comunes para colegiarse

¿Para qué sirve un colegio profesional?

Para ordenar la profesión, la representación institucional, defender los intereses de los profesionales y proteger los de los consumidores, usuarios o pacientes, asegurando la más alta calidad de los servicios y el comportamiento ético de sus profesionales [1].

Y ¿qué ofrece a las personas colegiadas? Actualización de la legislación, normativa, iniciativas y proyectos que afectan a la profesión, formación específica a lo largo de tu carrera profesional, servicios (seguro de responsabilidad civil, bolsa de empleo, asesoramiento y defensa jurídica…). También, compartir experiencias, siendo un marco profesional de encuentro con personas afines, analizar el presente y futuro de la profesión para incidir en él, etc.

En mi caso, la física y, en especial, las mates siempre me gustaron, hasta que un día llegó a mi instituto una profesora sustituta que dijo que había estudiado Ciencias Físicas y me transmitió su pasión por entender la naturaleza de las cosas y explicar por qué ocurren. Desde ese momento tuve claro que no quería estudiar otra cosa. 

Cuando acabé mis estudios me colegié, en la convicción de que me sería útil para encontrar trabajo, orientarme profesionalmente y seguir formándome. Encontré trabajo rápidamente después de una beca como programadora en una consultora y así empezó mi carrera en el mundo laboral por cuenta ajena, hasta llegar a mi actual empleo en Vodafone España. Trabajo en el área de Tecnología como responsable de proyectos de TI (tecnologías de la información), donde además de estar al día en tecnología tienes que entender el negocio.

He tenido la oportunidad de desarrollarme además en muchas otras áreas:

En todos estos ámbitos me he encontrado con distintos profesionales (ingenieros, economistas, matemáticos, licenciados en CC. Empresariales) con estudios diferentes. En todos se ha valorado mi formación como licenciada en CC. Físicas, aunque inicialmente se extrañan de que nos interesemos por temas como la tecnología. 

Esta es mi experiencia. Sin embargo, conozco físicos con otras profesiones, incluso más relacionadas con lo que se entiende popularmente como un físico, que no están colegiados. Principalmente si trabajan por cuenta ajena en la industria (donde presumiblemente trabaja el porcentaje más alto de físicos) y no como docente, sanitario, empresario… siguen pensando:

¿para qué y por qué colegiarse?

En esa empresa donde trabajas no te conocen como «El Físico», ¿verdad? Sin embargo, respondimos a un perfil profesional concreto en base a estudios y experiencia. Optamos a un puesto definido por unas funciones, con otros profesionales. Y, no obstante, la persona reclutadora además de revisar nuestro perfil según esos criterios buscaba otras competencias, como son:

• la capacidad de trabajo en equipo
• la adaptación al cambio
• la innovación
• las habilidades en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación
• el razonamiento crítico
• el aprendizaje autónomo

Cualquier «Físico» se ve reflejado puesto que, sin darse cuenta, se ha entrenado durante sus estudios en esas competencias. Por eso nuestras habilidades adquiridas o innatas nos convierten en una pieza clave en un equipo multidisciplinar y muy valorados en el mundo laboral. La pregunta es: ¿existe demanda por ser personas tituladas en Ciencias Físicas?

Ahora imagina que además de todo esto tuviéramos un reconocimiento formal, institucional y social de las funciones de las profesiones del Físico [3] y, por ejemplo, la vacante anteriormente citada dijera: «Físico o Ingeniero». Entonces, además de ser personas profesionales valoradas seríamos requeridas en la industria como Físicos. 

Y esto es lo que nuestro colegio debe y hace por ti: mapea los conocimientos de las Ciencias Físicas con sus aplicaciones profesionales, vela por asegurarse de que todas esas aplicaciones prácticas sean reconocidas por la Administración y la Sociedad. Al tiempo que asegura que el nivel académico de los estudios universitarios esté siempre a la altura o incluso mejore su nivel de exigencia, y de esta manera no perder funciones ni nivel profesional en ninguna rama.

Por eso creo que necesitamos organizarnos en un colegio profesional, para que sea nuestro vínculo con:

• la administración, para asegurar una legislación y normativa adecuadas;
• el mundo académico;
• la sociedad, entendida como empresas, organizaciones e individuos;
• y que nos ayude en nuestra formación de manera continua en nuevas habilidades.

Conclusiones

Cierto que es complejo encasillar una sola profesión con las Ciencias Físicas, por eso necesitamos un colegio que entienda nuestra aportación transversal a la sociedad y al mundo laboral y la defienda. Las personas profesionales que hemos estudiado Ciencias Físicas debemos organizarnos como colectivo exactamente igual que hacen otros profesionales para dar valor a nuestras peculiaridades y hacer crecer nuestro valor social y laboral. De esta manera, además de ser personas altamente cualificadas, seremos demandadas. Y en ese inicio laboral, cuando explicas o haces ver tu capacidad, competencias y conocimientos serán asumidos cuando te presentas como «Físico» y no peleados en cada puesto de trabajo de manera individual.

El mundo del trabajo actual no se entiende sin esa transversalidad, no es individual sino de equipos multidisciplinares y, por tanto, como físicos tenemos mucho que aportar. Y sólo en colectivo como profesionales podemos hacerlo para, de este modo, conseguir que nos requieran por nuestros conocimientos, por nuestra manera de ver el mundo: «busco un/una Físico/a».

Referencias

[1] ¿Qué son los colegios profesionales y para qué sirven?: Conoce en 5 pasos la esencia de los colegios profesionales. Unión Profesional, 2019. Enlace

[2] Vodafone pone en marcha la iniciativa #CodeLikeAGirl. Nota de prensa, 26-12-2017. Enlace

[3] Funciones de la profesión de Físico. Colegio Oficial de Físicos. Enlace